Este fin de semana los europeos se enfrentan a una importante cita en las urnas. Las elecciones al Parlamento Europeo estarán marcadas por el hecho anecdótico de que el Reino Unido participe, pese a su mandato de salir de la Unión Europea, y de la preocupación por el aumento de los populismo en el viejo continente. Según los expertos, en estos comicios Europa se juega su proyecto en mitad del miedo a un estancamiento secular de su crecimiento.
Los analistas consideran que un aspecto clave de esta convocatoria electoral será que se mostrará si los partidos antisistema y euroescépticos han ganado fuerza a expensas de los partidos proeuropeos tradicionales, lo que podría tener importantes implicaciones para el funcionamiento de la UE en los próximos años. "Los partidos tradicionales pro-europeos deberían tener todavía suficientes escaños para formar una coalición mayoritaria y seguir impulsando la agenda de integración de la UE", dice Alvise Lennkh, analista de Scope.
En opinión de Lennkh, el principal riesgo es que “los partidos antisistema y euroescépticos se hagan con el control del Parlamento y que aumenten su capacidad potencial para introducir incertidumbre en la elaboración de las políticas de la UE mediante la formación de alianzas tácticas. Estas alianzas podrían influir, por ejemplo, en el nombramiento de altos funcionarios, como el presidente del Consejo Europeo, el presidente del BCE y el presidente de la Comisión Europea", ha declarado Lennkh.
Otro de los riesgos que plantean lo protagoniza el Reino Unido y su primera ministra, Theresa May, sobre la que crecen los rumores de que podría anunciar su dimisión en los próximos días. Según SYZ AM advierte que el Brexit y el las próximas elecciones están penalizando a los activos británicos, lo que ha hecho que la gestora rebaje a “aversión leve” los bonos nominales del Reino Unido. “En lo que respecta a la deuda pública en general, no hemos modificado nuestra preferencia relativa por la deuda pública real frente a la nominal y los bonos emergentes en divisa fuerte por oposición a los denominados en divisa local, como los bonos turcos, rusos y brasileños en divisa local. Asimismo, mantenemos nuestra postura de aversión en la deuda corporativa de alta calidad y de alto rendimiento”, apunta Adrien Pichoud, economista jefe y gestor de carteras de SYZ AM.
Desde NN IP señalan que las valoraciones en renta variable de la zona euro están descontando el riesgo político, pero es realmente el temor a un estancamiento secular lo que está impidiendo un rendimiento superior. La firma reconoce que estas elecciones no son muy relevantes para el mercado, pero sí advierte que una elevada fragmentación en el Parlamento Europeo podría influir en la forma en que los inversores internacionales miran a Europa.
“El mayor obstáculo que impide que la eurozona supere a Estados Unidos es el entorno de bajos tipos de interés, que impide que el sector financiero tenga un desempeño superior. Los temores de estancamiento secular están aumentando, lo que significa que los inversores necesitarán una prima de riesgo más alta, como ya lo hacen para Japón. El bajo crecimiento nominal es también un factor que mantiene bajos los rendimientos de los bonos. Finalmente, esto pesa sobre el crecimiento relativo de las ganancias, lo que explica en gran medida el bajo rendimiento a largo plazo de la Eurozona en relación con los EE. UU. Los inversores prefieren invertir donde el crecimiento es más probable, que actualmente es Estados Unidos. Tenemos una pequeña sobreponderación en acciones de Estados Unidos", explica Patrick Moonen, estratega principal de multiactivos de NN IP.
Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum Asset Management (Natixis IM), recuerda que estas elecciones se van a celebrar en un contexto económico y político inusual: crecimiento débil en casi todos los países de UE, mientras las tendencias populistas aumentan y la desigualdad empeora. “La Unión Europea cumple el objetivo para la cual fue creada: mantener la paz en la región. Sin embargo, carece de impulso y no ofrece respuestas reales para abordar un contexto aparentemente paralizado. En otras palabras, Europa ya no está en el centro del cambio en el mundo de hoy. Europa nunca se menciona en el conflicto entre China y EE.UU., sin embargo, la batalla de voluntades entre estos dos países dará forma al mundo del futuro: Europa está ausente de esta ecuación y no parece poder hacer nada al respecto”, sostiene Waechter.
No es descabellado pensar que el debate al que realmente se enfrenta la UE en estas elecciones tiene que ver con su propio proyecto. “El proyecto político europeo sólo puede sobrevivir y prosperar a largo plazo si los líderes actuales son capaces de articular una visión coherente y común de los problemas a los que se enfrenta Europa, que van desde la seguridad hasta el cambio climático, la migración o la prosperidad económica. Esta visión que fundó las instituciones de la UE hace más de seis décadas corre el riesgo de ser castigada por los votantes”, recuerda Stéphane Monier, director de inversiones de Lombard Odier.
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El debate sobre el posible estancamiento secular se cuela en las elecciones al Parlamento Europeo
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