Ya ha transcurrido más de un decenio desde la crisis financiera mundial. En este tiempo, los mercados han vivido un periodo prolongado de política monetaria expansiva. Los inversores de renta fija europeos, en particular, han disfrutado de periodos de rendimientos generalmente buenos y riesgos relativamente bajos gracias, en parte, al histórico programa de expansión cuantitativa (EC) del Banco Central Europeo (BCE) y unas tasas de interés de mínimos históricos.
Pero en 2018 estamos alcanzando un punto de inflexión, pues los bancos centrales de todo el mundo emprenden un lento recorrido de reducción de los estímulos. Mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos enfila un camino de clara subida de los tipos y empieza a contraer su balance, la situación en Europa es ligeramente diferente. El BCE mantiene su postura permisiva. Creemos que seguirá actuando de esta forma hasta que la inflación en Europa alcance la tasa de crecimiento objetiva del 2%. En nuestra opinión, no es probable que esto suceda antes de 2020.
Pero esto no significa que los mercados de renta fija europea estén libres de volatilidad.
A pesar de que el BCE ha reiterado su política en varias ocasiones, hemos visto cesiones de bonos aisladas que se han ido produciendo a lo largo del año, al mismo tiempo que los mercados intentan hacer una estimación exacta del momento en el que se va a producir un cambio de política. A principios de este año, los rendimientos de los bonos aumentaron en toda Europa tras la declaración del BCE en enero, pese a que no se anunció ningún cambio relacionado con su política.
Estos episodios de volatilidad pueden tener una repercusión significativa en el rendimiento de las carteras de renta fija. Por ejemplo, un aumento de 10 puntos básicos (0,1%) en un bono del Estado alemán (bund) a 10 años con un rendimiento a final de año de 0,427% echaría por tierra más de dos años de ingresos.
Bajo mi punto de vista, los inversores ya no pueden permitirse adoptar un enfoque aletargado con respecto a sus inversiones de renta fija europea. A medida que la volatilidad regresa al panorama de la renta fija europea, los inversores podrían valorar la necesidad de aplicar un método activo, dinámico y bien planteado. Aquellos que adopten este enfoque podrían ver aparecer oportunidades favorables de compra durante la volatilidad.
Para comprender mejor las percepciones de los inversores respecto a la renta fija europea, hemos encuestado a más de 300 inversores profesionales de renta fija europea de Francia, Alemania, Italia y España acerca de sus actitudes y preocupaciones con respecto a las cambiantes tendencias del mercado, su asignación de activos y su enfoque de inversión1.
Los resultados fueron sorprendentes y, por lo general, demostraron que los inversores estaban siendo excesivamente precavidos en la gestión de sus carteras y manifestaron una tolerancia al riesgo mayoritariamente baja. A pesar de esto, cuando asumían un riesgo, solía ser en instrumentos de crédito de alto rendimiento, pese a los miedos de que las valoraciones estuviesen demasiado estiradas. Además, generalmente no emprendían medidas suficientes en cuanto a las preocupaciones sobre la baja rentabilidad y, en algunos casos, reaccionaban de forma excesiva para mitigar otras preocupaciones como los riesgos de los tipos de interés. En general, los temas principales extraídos de los resultados fueron:
- Posicionamiento defensivo: Los inversores manifestaron una baja tolerancia al riesgo entre preocupaciones tales como el aumento de volatilidad.
- Alto rendimiento: Es ahí donde los inversores estaban dispuestos a asumir riesgos.
- Falta de acción: Pese al entorno de bajo rendimiento, los inversores aún estaban concentrados en los principales mercados europeos con baja rentabilidad.
- Reacción excesiva: A pesar de creer que los tipos de interés se mantendrán bajos en Europa, los inversores encuestados confesaron estar reduciendo la duración, sacrificando el valioso rendimiento.
- Tendencias futuras: Los encuestados manifestaron su creciente interés por bonos «verdes», los fondos de bonos de inversión socialmente responsable (ISR) y los fondos de inversión de impacto.
David Zahn es director de renta fija europea en Franklin Templeton.