“Si una compañía china me dice que tiene lo mejor, puedo conducir hasta Silicon Valley y preguntarles a sus competidores si esto es verdad o están exagerando”, cuenta Tiffany Hsiao, portfolio manager de Matthews Asia, en referencia a las posibilidades de análisis sobre el terreno que ofrece tener los headquarters de la gestora en San Francisco.
En esta entrevista, la gestora repasa las perspectivas para las small caps chinas durante este año y cómo ha cambiado el contexto para este tipo de empresas en el gigante asiático.
¿Qué perspectivas tiene de cara a 2018? ¿Qué cree que deparará el año del perro?
Hay mucho de lo que emocionarse. Los inversores que buscan alpha en las áreas más desconocidas de China tienen muchas razones para ser optimistas. Las compañías más pequeñas de China tienen áreas que están llenas de potencial estructural y que también son sólidas desde una perspectiva de ganancias. Estas small caps tienden a ser eficientes en términos de capital y también innovadoras.
¿Está analizando de cerca el universo de acciones de China clase A?
Sí, seguimos viendo muchas oportunidades en el universo de acciones clase A, aunque me gustaría advertir que puede ser costoso. Tenemos mucho cuidado con la compra de acciones y los sectores en los que invertimos. Tenemos una buena lista de empresas en seguimiento. La belleza de las small caps de China es que hay muchas empresas que los inversores pueden pasar por alto si no las están considerando con suficiente cuidado. A veces hay que analizar en profundidad para encontrar algunas sorpresas agradables.
¿En qué sectores espera encontrar las mejores oportunidades?
Espero que las reformas que se están llevando a cabo en China creen perspectivas saludables para varios sectores. Por ejemplo, si tenemos en cuenta la postura más estricta del gobierno hacia el medio ambiente, vemos que el país aún está alimentado por carbón sucio, lo que ha provocado que las autoridades hayan endurecido su postura en el uso del carbón para limpiar el aire y el agua. La reforma del lado de la oferta está ocurriendo en ciertos sectores, como los materiales y la energía. Creo que estos cambios finalmente crearán oportunidades para las empresas que tienen mejores disciplinas de costos y pueden ganar peso en el mercado regional.
En Matthews Asia también creemos que China será una potencia en el cuidado de la salud, ya sea en productos farmacéuticos o descubrimiento o diagnóstico de fármacos. Esto es realmente interesante porque, en el pasado, los chinos han sido famosos por copiar, pero definitivamente el gigante asiático se está alejando de esa imagen y de esa mentalidad, y el gobierno ha puesto en marcha una gran cantidad de nuevas iniciativas para ayudar a los empresarios del país a convertirse en innovadores globales.
¿Con qué herramientas?
Las nuevas regulaciones en China ahora permiten a las compañías que pueden presentar sus medicamentos a la U.S. Food and Drug Administration (FDA) de forma que haya un camino más fácil para el reconocimiento del equivalente en la agencia china. Esto significa que los resultados de las pruebas clínicas se reconocerán más rápido en China. Y esto alienta a las empresas a presentar medicamentos innovadores con la FDA e ir más allá de su fronteras.
Parece que la industria del cuidado de la salud de China está dando grandes pasos en la innovación.
Sí, el gobierno respalda por completo a la industria del cuidado de la salud. Otro gran ejemplo, y también para contextualizar frente a Estados Unidos, no existe un programa público para examinar el ADN de las personas en EE.UU. El único ADN que suele examinarse regularmente allí es el relacionado con enfermedades genéticas entre los recién nacidos.
En China, sin embargo, existen múltiples programas en los que el gobierno paga para que su población pueda someterse a estas pruebas. Esto es realmente innovador. Piense en la cantidad de datos que puede reunir de millones de personas para estudiar los patrones de mutaciones del ADN y tratar de encontrar la cura para las enfermedades.
¿Por qué tanta pasión por las small caps chinas?
Siempre he sido una gran defensora de los desvalidos. Atribuyo esto a los valores de mi familia. Mi abuelo por parte de mi padre era un bombero voluntario que murió tratando de ayudar a alguien a salvar su casa. Entonces, a mi hermana y a mí siempre nos dijeron que teníamos que vivir nuestras vidas para ser útiles para compensar su sacrificio. Mi padre creció solo con una madre soltera y con poca educación en un pueblo pesquero del sur de Taiwán. Todas las probabilidades estaban en su contra. Aún así, él perseveró y logró salir de la pobreza como un inventor. Dirigió el departamento de I+D para una empresa de calculadoras taiwanesas que creó una de las primeras computadoras portátiles del mundo y la convirtió en uno de los fabricantes más grandes a nivel global.
Nos mudamos a Silicon Valley cuando estaba en la escuela primaria.Mi padre eventualmente se convirtió en un angel investor y me llevaba a reuniones. Al ayudar a financiar estas pequeñas empresas emprendedoras, mi padre les permitió la oportunidad de buscar la innovación a fines de la década de 1990 y en la década de 2000.
Cuando miro lo que está sucediendo en China ahora, me recuerda todos los cambios emocionantes que vi en Silicon Valley cuando crecía. Y el beneficio de crecer como la hija de un inventor taiwanés es que todavía tengo amigos y expertos científicos de mi padre para consultarles. Sin mencionar, que si una compañía china me dice que tiene lo mejor, puedo conducir hasta Silicon Valley y preguntarles a sus competidores si esto es verdad o están exagerando.