Durante los últimos doce meses los flujos de inversión hacia UCITS alternativos han sido bastante significativos. Según los datos de Morningstar, éstos supusieron 45.000 millones de euros de los 370.000 millones en flujos que ha registrado la industria, con un crecimiento del 12%. Esto supone que, en comparación con su tamaño, es el tipo de activo que más flujos ha experimentado.
Para Philippe Ferreira, estratega de Lyxor AM, esta tendencia hacia una mayor inversión en UCTIS alternativos es la muestra de cómo los inversores se posicionan para un nuevo entorno de mercado: un horizonte marcado por la subida de tipos. En una entrevista concedida a Funds Society, Ferreira explica que es lógico que muchos inversores quieran acompañar al rally, porque no estar en él supone un coste de oportunidad muy alto, pero a la vez tratan de diversificar su cartera y proteger activos a través de alternativos y estrategias contracíclicas.
“Hay una demanda cada vez mayor y real por parte de los inversores de invertir en activos líquidos alternativos, para un entorno marcado por la subida de tipos. Una de las categorías que más flujos ha atraído es la renta fija alternativa en un contexto donde muchos, insisto, tratan de diversificar su cartera de renta fija”, apunta.
No todas las estrategias han tenido la misma demanda. Junto a las de renta fija, Ferreira señala también las estrategias event driven, aunque tenga un universo UCITS más limitado frente a la gran variedad que se ofrece en offshore. “En definitiva son estrategias que tienen un beta muy bajo frente a un mercado de renta variable. La demanda se ha posicionado por estrategias de diversificación en CTAS y renta fija”, matiza.
La demanda de este tipo de estrategias va en relación con el buen año que supuso 2017, tanto para los hedge funds como para los mercados tradicionales. “2017 es el mejor año desde 2013, sin duda. Las estrategias que mejor lo hicieron fueron las estrategias bottom-up y de stock picking y, dentro de las estrategias de activos alternativos, long-short equity y event driven; éstos últimos en parte por el repunte de CTAS a finales de año”, afirma.
En su opinión, estas dos últimas estrategias han tenido un cierto reposicionamiento de sus carteras. En el caso de long-short equity, considera que están más expuestos a sectores cíclicos y apostando más por la recuperación económica, por lo que resultan más sensibles al contexto; al menos más sensibles que las estrategias event driven, que siguen apostando por sectores menos cíclicos como sector de saludo o de comunicación.
De cara a este año, que sigue marcado por ese horizonte de subida de tipos, este tipo de estrategias alternativas seguirán siendo populares entre los inversores. A nivel macro, Ferreira defiende que estamos “bastantes avanzados en el ciclo”, sobre todo en Estados Unidos. “La reforma fiscal podría alagar el ciclo un año o dos en Estados Unidos, pero creemos que la administración actual es probable que acabe enfrentándose a una recesión”, matiza.
Mejores estrategias
En el contexto actual de crecimiento considera que lo idóneo son estrategias con un beta moderado. “Vemos que los inversores quieren capturar algo de beta del mercado, pero no quieren una direccionalidad muy fuerte porque hay mucha incertidumbre sobre cuáles son los tiempos de este ciclo. Y hay muy poca convicción en que el mercado pueda seguir entregando un 25% de retorno en 2018”, explica.
Según Ferreira, Lyxor mantiene el posicionamiento en cuatro estrategias que consideran son las que más pueden aportar en el contexto actual: estrategias de compra y adquisiciones, event driven en su conjunto, estrategias de arbitraje en renta fija y long-short credit low beta. En cambio, se muestra neutral y cauto en estrategias market neutral, pese a que fue una de las que más flujos han capturado. “Al final las estrategias market neutral tienden a invertir en factores de riesgo y tiene mucha sensibilidad al momentun”, matiza.
En cambio, Ferreira reconoce que prefiere estrategias CTA porque son menos variables. “Éstas han logrado unos retornos excepcionales y se han comportado bien cuando hay tendencias fuertes, incluso en momentos de corrección. Y ahora vemos esas tendencias en renta variable, en commodities, en renta fija y en divisas. Implica que los CTA tienen una mayor correlación con la renta variable actualmente, y por eso gusta tanto a los inversores; además de porque pueden ofrecer retornos positivos cuando los mercados caen ”, concluye