La tecnología es el motivo que ha hecho que las estrategias de factores sean cada vez más populares entre los inversores. Ésta permite a los gestores de activos y a los productos pasivos identificar con más certeza las fuentes que generan rentabilidad en un cartera.
“Hasta ahora estábamos acostumbrados a observar y hablar de inversión por áreas geográficas o por sectores económicos, ahora la idea es invertir por factores”, señala André Themudo, miembro del equipo de ventas de BlackRock de España y Portugal, quien considera que los factores son la base de todas las carteras. Según explica Themudo, estos factores son los “generadores de rentabilidad de acciones, bonos, divisas y toda clase de activos”.
Apunta que existen una serie de factores macroeconómicos, como el crecimiento económico, los tipos de interés, la inflación o la liquidez, que capturan diferentes riesgos dentro del contexto económico; y destaca, a parte, otros factores de estilo, sobre los que construyen estrategias. Estos factores son el value, la calidad, el tamaño, mínima volatilidad y momentum.
“La investigación, apoyada en la tecnología, nos permite separa estos factores y desarrollar estrategias de inversión conforme a cada uno para asignar nuestras posiciones. Nuestra visión más óptima es que en la misma cartera estén presenten todos estos factores, para preservar la diversificación de la cartera”, puntualiza Themudo.
Este tipo de inversión ha ganado popularidad sobre todo a través de ETFs, pero también es una línea de estrategia que siguen los gestores tradicionales. Según explica Themudo, en BlackRock, se puede invertir en estas estrategias a través de los ETFs de su gama iShares. “El enfoque de BlackRock es cada vez más de inversión en factores”, afirma.
Según explica Themudo, “después de identificar el factor y el vehículo de inversión, lo importante es saber en qué momento de mercado estás. Desde BlackRock entendemos que todos los factores deben estar en la cartera para que sea una propuesta equilibrada y diversificada, y luego adecuarlo al momento de ciclo de mercado en el se esté”.
Entorno actual
En este sentido, en un contexto de crecimiento económico global, considera que las estrategias de factores que más aportan a la cartera son el value, el momentun y el tamaño. La primera de ellas se debe a que invertir en compañías baratas pero con unos fundamentales sólidos ha sido una fórmula para obtener una buena relación precio-beneficio. Sobre el momentun, Themudo destaca que “la renta variable con sólidos resultados reciente tiende a mantener una mayor rentabilidad”. Por último explica que el hecho de centrarse en compañías pequeñas de alto crecimiento ha permitido obtener mejores resultados que las empresas más granes.
“En cualquier entorno mercado como el actual, estos factores han superado al índice MSCI USA. En cambio si estamos en un momento de volatilidad o de contracción del crecimiento, el factor que mejor se comporta es el de mínima volatilidad”, matiza.
Entre los motivos para apostar por este tipo de estrategia, Themudo señala que son estrategias de inversión que mejoran el ratio rentabilidad/reisgo. Además permite un acceso más eficiente, gracias a los costes bajos que presentan los ETFs, y por último, el alto grado de transparencia que tienen estos productos. “Creo que si se explica bien, cualquier inversor de la calle puede entender qué es la inversión en factores; por lo que desde el sector tenemos que hacer un gran trabajo de difusión”, concluye.