Un crecimiento económico bajo, unos tipos de interés bajos y más atención a las medidas monetarias que se toman para no dañar ese crecimiento. Estas tres son las conclusiones que Tobias Schafföner, analista senior de la gestora Flossbach Von Storch, apunta tras su análisis del contexto actual y de la evolución del mercado.
“Lo que vemos en el horizonte es un crecimiento económico en Estados Unidos que viene de un periodo de gran estabilidad, ciertos riesgos políticos en Europa y unos niveles muy altos en todo el mundo de endeudamiento”, explica.
Para Tobias Schafföner, los bancos centrales apoyan una política monetaria acomodaticia que busque la senda del crecimiento. Pero este crecimiento es frágil y delicado, y unos tipos de interés reducidos son beneficiosos para apoyar el crecimiento. La tendencia desde comienzos de la segunda mitad del siglo XX ha sido decreciente y ahora la tasa de crecimiento, tanto en Europa como en Estados Unidos, se sitúa en torno al 2%.
Por ello, el analista afirma que la política de bajos tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) continuará a largo plazo: “Se ha exagerado mucho sobre un cambio de tipos que los bancos centrales no pueden permitirse. Y aun en el caso de que quisieran elevarlos, descontando una mejora de la inflación y las perspectivas económicas, contribuirían a provocar un desequilibrio en los programas de deuda de los Estados”.
Efectos de la volatilidad
El analista también subraya los mínimos históricos de volatilidad que ahora mismo hay en el mercado. Desde el repunte entre 2007 y 2008, este indicador ha ido relajándose hasta situarse en una media cercana a 13 en los últimos 12 meses. “Parte de esto se debe a que la sed por rentabilidad es tan alta, que ya no hay instrumentos de renta fija que ofrezcan la suficiente. Esto es, por tanto, un motivo para la revalorización progresiva de la renta variable, que resulta ser la clase remanente que ofrece algo de rentabilidad“, señala Schafföner.
En este sentido, destaca que la gente ha ido asociando que una volatilidad baja es sinónimo de bajo riesgo, lo cual no es correcto. “No se puede entender la volatilidad como riesgo y pensar que no hay otro tipo de riesgos en el mercado. Esta lectura ha animado a más inversores a que se acerquen a la renta variable, lo cual es un positivo, pero hemos de velar para que haya una comprensión correcta sobre lo que es volatilidad y los riesgo, que son muchos, que hay en el mercado”, añade.
Respecto al tipo de cambio euro-dólar, el analista de Flossbach von Storch ha indicado que “las implicaciones que tiene este tipo de cambio en los mercados no son teóricamente responsabilidad del BCE, pero no podemos negar que un euro fuerte perjudica la recuperación económica en Europa. Por este motivo, creemos que el BCE se ha vuelto esclavo de su política acomodaticia y el fin del programa de QE, en Europa, está más lejos que cerca“.
Estrategias de inversión
En línea con su filosofía de inversión, en la actualidad, más del 70% del capital gestionado por Flossbach Von Storch está invertido en estrategias multiactivo. Esta gama de fondos ofrece, por un lado, perfiles claramente definidos como los de las estrategias defensive, balanced y growth y, por otro, un enfoque más flexible como el de la estrategia multiple opportunities.
Según explica la gestora, en la práctica, los diferentes niveles de riesgo se ajustan mediante límites en la asignación de activos, así como a través de la selección y la ponderación de cada título en la cartera. En función de su preferencia por el riesgo, cada inversor puede optar por la estrategia que más se ajusta a sus objetivos.